EL FLAGELO DE LAS MOTOCICLETAS EN NEIVA

La ciudad de Neiva se encuentra sumida en una profunda crisis de movilidad, marcada por un alarmante incremento en los accidentes de tránsito, especialmente aquellos protagonizados por motociclistas. La pérdida de vidas humanas, como la de María Isabella Cuéllar Ortiz, una joven llena de sueños y promesas truncados por un hecho vial, nos obliga a reflexionar sobre la urgencia de tomar medidas contundentes.

El caso de María Isabella no es aislado, sino que representa la triste realidad de muchas familias neivanas que han perdido a seres queridos en las vías. Su historia nos interpela y nos recuerda que cada vida perdida es una tragedia que deja un vacío irreparable en el corazón de sus seres queridos.

Es evidente que la motocicleta, a pesar de ser un medio de transporte práctico y económico, se ha convertido en un factor de riesgo en nuestras calles. La imprudencia al volante, el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol y la falta de respeto por las normas de tránsito son algunas de las causas principales de estos accidentes.

Ante esta situación, es imperativo que todas las autoridades competentes, así como la sociedad en su conjunto, se unan en la búsqueda de soluciones. Algunas medidas que podrían contribuir a reducir la siniestralidad vial son:

Reforzar la educación vial: Desde temprana edad, los ciudadanos deben ser sensibilizados sobre la importancia de conducir de manera responsable y segura.

Incrementar los controles de tránsito: Es necesario intensificar los operativos para detectar y sancionar a los conductores que infrinjan las normas de tránsito.

Mejorar la infraestructura vial: La construcción de vías seguras y señalizadas adecuadamente es fundamental para prevenir accidentes.

Promover el uso de cascos y otros elementos de protección: El casco es un elemento indispensable para proteger la vida de los motociclistas, y su uso debe ser obligatorio.

La memoria de María Isabella Cuéllar Ortiz debe ser un llamado a la acción. No podemos permitir que más vidas se sigan apagando de manera tan trágica. Es hora de asumir nuestra responsabilidad y trabajar juntos para construir una ciudad más segura y humana.